Luego de años protagonizando la lucha y reivindicando que el salario no es ganancia, desde SITEBA saludamos la media sanción en Diputados del proyecto de ley que elimina desde 2024 la 4ta categoría del Impuesto a las Ganancias aliviando el bolsillo de cientos de miles de trabajadores y trabajadoras. Ahora sólo resta que el Senado de la Nación ratifique este rumbo y se termine definitivamente con esta injusta carga impositiva.
A su vez, adherimos a la creación del nuevo impuesto que grava los haberes superiores a los 15 salarios mínimos, vital y móvil (SMVM) mensuales con una alícuota progresiva sobre el excedente que va del 27% al 35% actualizable semestralmente, lo cual afectaría exclusivamente a los puestos dirigenciales y CEOs de las grandes empresas.
Condenamos el voto negativo de Juntos por el Cambio al proyecto así como las posturas que adelantaron su rechazo en el Senado. Amparándose en el costo fiscal y la pérdida de recursos para las provincias, lo único que hacen es confirmar que el Estado viene sosteniéndose sobre las espaldas de la clase trabajadora mientras los sectores económicos concentrados acumulan ganancias año tras año, sin que se les toque un centavo. El mismo espacio político que se opuso al Impuesto a las Grandes Fortunas establecido en el marco de la cuarentena por Covid, ahora rechaza la eliminación de la 4ta categoría del Impuesto a las Ganancias -a pesar de haber sido una de sus consignas de campaña en 2015-, dejando bien en claro a qué sectores representan y defienden.
De aprobarse también en el Senado, esta medida implicaría un incremento en los ingresos para alrededor de 800.000 trabajadores y trabajadoras, los cuales pueden volcarse al consumo y repercutir positivamente en la producción y la recaudación tributaria no sólo nacional, sino también provincial y municipal. En definitiva, si la derecha realmente tuviese interés por debatir la estructura fiscal y el déficit del Estado, deberíamos comenzar poniendo el foco en el saqueo diario de nuestras riquezas y ahorros que llevan adelante un puñado de grandes empresas y el sistema financiero. Es innegable que en los últimos años han concentrado cada vez más poder económico mientras precarizan trabajadores, evaden impuestos y fugan millones de dólares año tras año. Quienes trabajamos en el sistema bancario podemos dar fe de ello.
No nos cansaremos de decirlo: el salario no es ganancia, ganancias obtienen los patrones a costa de nuestro trabajo. Esperamos que los senadores y senadoras estén a la altura de las circunstancias y aprueben finalmente este proyecto.