UNA BOLA DE NIEVE CONTRA LOS INTERESES NACIONALES

Expresamos nuestro repudio ante la propuesta del legislador porteño “libertario”, Ramiro Marra, de privatizar el Banco Ciudad junto a otras empresas del Estado porteño, en el marco de una copia barata de la “Ley Omnibus” que Milei presentó hace pocos días ante el Congreso Nacional.

Este legislador, en los dos años que lleva de mandato, ha presentado menos de 30 proyectos de ley demostrando así su escasa vocación de trabajar. Sin embargo, decide atacar al Banco Ciudad y con ello a sus miles de trabajadores y trabajadoras que día a día brindan un servicio de calidad y a los cientos de miles de usuarios que se benefician con esta histórica institución.

En menos de un mes, ha quedado claro que el gobierno de Milei, Macri y sus seguidores no sólo son los principales garantes de los privilegios de la casta, sino que además pretenden destruir la estructura productiva nacional, desmantelar el Estado en sus principales funciones, privatizar el patrimonio público y reformar las condiciones laborales para transferir porciones gigantescas de riqueza desde los trabajadores hacia los sectores concentrados de la economía.

La pérdida de soberanía nacional y la sumisión a los intereses de las transnacionales es el objetivo final. Es en este plan que buscan generar un hiperinflación que licúe el valor de la moneda y abra las puertas a la dolarización con la consecuente eliminación del Banco Central. Otra muestra de su desprecio por la soberanía financiera es la reciente incorporación del Banco Nación a la lista de empresas e instituciones públicas a privatizar, omitiendo que esta entidad autárquica dispone de más de 700 sucursales en todo el país y también es superavitaria, es decir que no le cuesta al Estado sino que le genera ingresos. El objetivo es que los cientos de millones de dólares de superávit del Banco queden en manos de un puñado de banqueros amigos del poder.

La clase trabajadora y el pueblo entero está dándose cuenta de cuáles son los verdaderos intereses de Milei. No hay futuro si avanza con sus propuestas, por eso los cacerolazos espontáneos y la masiva movilización a Tribunales del 27 de diciembre.

Ahora caminamos hacia el Paro General del 24 de enero y creemos que en estas semanas que restan debemos luchar en unidad y profundizar los debates sobre cómo organizarnos y salir a la calle. Por eso, sostenemos nuestro llamado al sindicato mayoritario para realizar asambleas conjuntas y plenarios de Delegados, que nos permitan canalizar la voluntad de lucha de los bancarios y bancarias ante este ataque feroz a nuestro gremio y los intereses del país en su conjunto.