ESTE 24 DE MARZO, MÁS QUE NUNCA, TODOS Y TODAS A OCUPAR LAS CALLES

Con cada medida que toma, el Gobierno de Milei demuestra que su horizonte político es retomar el proyecto socio-económico inconcluso de la última dictadura cívico-militar de 1976.

La destrucción del Estado, la liberalización de la economía para aniquilar definitivamente la industria nacional, el fomento a la timba financiera y la quita de derechos a la clase trabajadora no configuran un modelo novedoso, sino más bien un reflote de aquellas políticas que a sangre, fuego y terror estatal las clases dominantes impusieron tras el último golpe militar. 

El pueblo es cada día más pobre y las persianas de los comercios y fábricas vuelven a bajarse. Mientras tanto, “el mercado” -es decir, los grupos de poder que manejan la economía y sostienen a Milei- festeja y se llena aún más los bolsillos. 

Sin embargo, este proyecto no se limita a lo económico: el objetivo final es reconfigurar las cabezas de nuestros hijos e hijas, alterar el sentido común y romper definitivamente con la lógica solidaria y cooperativa de nuestro pueblo. El “sálvese quien pueda” -aunque siempre se salven los mismos-, el “pisar cabezas” en pos del beneficio propio, el “cuidar la quinta propia” aunque nuestro hermano sufra. El individuo por sobre todo, para que no podamos reaccionar colectivamente. 

En un hecho inaudito en la historia democrática nacional, el Gobierno niega el genocidio de la última dictadura y reivindica las prácticas de terror. Sus discursos de odio legitiman y envalentonan el accionar de las nuevas bandas de monstruos que comienzan a operar en nuestro país, como en el nefasto ataque a una integrante de la agrupación H.I.J.O.S. ocurrido a días de cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado.

Nosotros, trabajadores y trabajadoras bancarias, tenemos memoria. Seguiremos en las calles, exigiendo Justicia por los 30.000 compañeros y compañeras detenidas-desaparecidas y la apertura de los archivos de la última dictadura. Pero también estaremos en las calles luchando para terminar con este modelo de saqueo y muerte, por una Argentina en donde los derechos sean para todos y la justicia social y la igualdad no sean meras consignas sino una realidad.